lunes, 21 de octubre de 2013

ARQUITECTURA MODERNA EN BARRANQUILLA

Casi todas las aproximaciones a la importancia de la arquitectura en Barranquilla adolecen casi siempre del pecado de ser miradas inevitablemente hechas a través de una lente historicista romántica, opacada las más de las veces por el pretexto sentimental de resaltar las glorias de un pasado idealizado y sin fisuras que encuentra su máxima expresión (o consuelo) en la consabida lista de los hitos históricos que ilustran la circunstancia excepcional del pionerismo múltiple de una ciudad que, a falta de la heráldica trascendental que la historia le negó, no haya más escudo institucional que el de un pasado del que definitivamente le cuesta mucho dolor y trabajo asumir o desprenderse.
Repaso ahora el libro escrito por el arquitecto e investigador Carlos Bell Lemus, titulado Arquitectura Moderna Barranquilla, publicado ya hace unos años, y ratifico que tiene una mirada resueltamente más crítica y al mismo tiempo edificante, que se inscribe en la preocupación de la nueva generación  de historiadores que han decidido asumir la ciudad más allá de lo meramente  económico, lo histórico y lo industrial, haciéndolo de una  manera crítica, realista y sincera, sin dejar de ser al mismo tiempo positiva y esperanzadora; aunque a veces, y con razón, bastante desencantada.  Faltaba entonces en el abordaje de nuevas temáticas la arquitectura moderna de la ciudad para completar un cuadro historiográfico que es el que ha empezado a dibujarse en los últimos diez o quince años, y que se expresa ya en una importante serie de textos que han cambiado de forma definitiva la percepción de la ciudad. Una percepción construida con base en el conocimiento y el pensamiento crítico y no en la nostalgia; que es mucho más moderna y más científica a partir de nuevos referentes  intelectuales y culturales que han permitido ver temáticas inéditas y redescubrir viejos tópicos gastados o desprestigiados. Me refiero a nuevas miradas hacia aspectos como nuestro carnaval, nuestro modo de ser, a la antropología y arqueología de nuestro pasado remoto, a los procesos sociales y urbanos, a la religión, al papel de la mujer, a nuestros hitos y mitos culturales, a nuevos aspectos del desarrollo político y económico, a la arquitectura clásica, a la visión patrimonial de la cultura, entre otros temas. Ha sido en todo caso el ejercicio de una nueva forma de historiar la ciudad y la región al que se suma ahora esta glosa pormenorizada de la historia de la arquitectura moderna de la ciudad en el período comprendido entre 1946 y 1964, que servirá a mi juicio para revelar una Barranquilla que a pesar de estar tan cercana en el pasado ya habíamos perdido de vista.
En este libro de Carlos Bell está pintada una Barranquilla prácticamente irreconocible hoy, sepultada en un crecimiento contemporáneo sin signos claros y a punto de una nueva desmemoria. Es un trabajo que relaciona y comenta sin concesiones no sólo las etapas y los momentos de este desarrollo sino que recrea una atmósfera social que termina convertida en una descarnada radiografía de lo que ha sucedido en la ciudad para bien y para mal desde el punto de vista de ese significante cultural de las ciudades que es la arquitectura. Un significante que como sucede siempre en el arte se cierra sobre sí mismo en un círculo semiótico en el que el significante es el mismo significado, es decir se pierde la aproximación literal de las cosas y los objetos pasan a ser signo y sentido al mismo tiempo. En el caso de nuestra arquitectura barranquillera lo anterior quiere decir que toda expresión de formas y propuestas al no ser internalizadas y procesadas en un imaginario coherente y realista, apropiadas y puestas a significar en la vida cotidiana, además de ser revisadas y estudiadas, se vaciaron de contenidos y pasaron a ser signos descartables, simples accidentes formales sin arraigos en la conciencia colectiva y por lo tanto lejanos a toda pertenencia ciudadana.
Así las cosas en este libro de Carlos Bell se presenta con unas características que lo hacen portador de un interés nuevo y distinto, en diversos sentidos. Por una parte, pone la mirada en un pasado reciente y eso le permite a la ciudad la posibilidad de mirarse en una nueva perspectiva de su propia historia, sin los estragos de lo que queda perdido en el pasado.  Por otra parte, le da a la ciudad referentes probablemente más útiles en el necesario ejercicio de reconcebirla hoy. Y por último, recupera para la memoria y para la experiencia vital del presente parte importante de la vida de la ciudad que por falta de una mirada crítica no se había convertido aún en historia. Es decir, faltaba un gesto documental que la pusiera en circulación de nuevo con una intención científica y pedagógica. Este libro lo hace.
http://www.las2orillas.co/author/migueliriarte/


La arquitectura en el urbanismo de barranquilla 


es muy interesante ya que en cualquier rincón de barranquilla puedes encontrar diferentes tipos de modelos arquitectónicos y es imposible que no te preguntes porque o asombrarte porque en estos tipos de lugares.. 


CENTRO HISTORICO


El Centro Histórico está comprendido entre las carreras 35 y 46 y las calles 30 y 46, e incluye partes de los barrios San Roque y Abajo.214 Hace parte de lalocalidad Norte-Centro Histórico y del Distrito Central, conformado además por los sectores de Barranquillita y El Boliche. En el Centro Histórico tienen sede los poderes administrativos de la ciudad y del departamento. Su eje es el paseo de Bolívar, avenida que fue restaurada y ampliada entre 2003 y 2008. En este sector nació la ciudad y a su alrededor se desarrollaron, casi exclusivamente, las más importantes actividades socioeconómicas de la urbe hasta los años 1980, cuando el deterioro del Centro originó el desplazamiento del comercio formal y la banca hacia el norte de la ciudad. A pesar del abandono, el Centro sigue siendo el núcleo de la ciudad y su sector más representativo e importante en términos económicos. Concentra una intensa actividad comercial en sinergia con el aledaño mercado público. Además, alberga gran cantidad de edificaciones del periodo republicano y del Movimiento Moderno de inmenso valor histórico y arquitectónico, por lo que fue declarado Bien de Interés Cultural de Carácter Nacional por el Ministerio de Cultura mediante resolución 1614 de 1999.215 Desde la década de 1990, el Centro Histórico de Barranquilla se encuentra en proceso de recuperación, la cual se consolida en 2008 con la convocatoria del Ministerio de Cultura para el «Concurso Público de Anteproyecto Arquitectónico para el Diseño de Diferentes Sectores Urbanos para la Recuperación del Espacio Público del Centro Histórico de Barranquilla».216 217 A nivel de la administración local, el desarrollo del Centro de Barranquilla es promovido por la Promotora del Desarrollo del Distrito Central de Barranquilla S.A. (Promocentro), entidad descentralizada adscrita a la Alcaldía Distrital




PASEO DE BOLÍVAR


El paseo de Bolívar, en pleno centro de Barranquilla, es la avenida más importante de la ciudad, alrededor del cual surgió, se gestó y se expandió la urbe. Hasta fines del siglo XIX se llamó calle Ancha, cuando en 1886 el alcalde Antonio Abello construyó un camellón, pasando a ser denominada camellón Abello. A principios del siglo XX fue ubicada en el extremo norte la estatua de Colón, por lo que cambió su nombre a paseo de Colón. En 1937 se construyó una plaza en su extremo norte y se ubicó en lugar de la estatua del Descubridor la estatua ecuestre del Libertador, obsequio de Andrés Obregón en 1919, denominándose desde entonces paseo de Bolívar.
Desde principios de los años 2000 se debate entre las autoridades nacionales y la dirigencia local si el edificio de la Caja Agraria, ubicado detrás de la plaza, debe ser demolido o no (hasta el momento goza de estatus patrimonial) para darle paso a la ampliación del paseo de Bolívar hasta la avenida Olaya Herrera (carrera 46) y su intersección con la avenida Boyacá (calle 30) y la Vía 40. El paseo de Bolívar es el eje de la recuperación del Centro Histórico de Barranquilla




ESPACIO PUBLICO 


El uso del suelo, en particular del espacio público, y la ordenación urbanística están reglamentados por el Plan de Ordenamiento Territorial que es elaborado por la Alcaldía a través de la Secretaría de Planeación Distrital, y aprobado o revisado por el Concejo Distrital.
Barranquilla presenta una aguda deficiencia de espacios públicos y arborización, reflejada en un promedio de 0,083 m² de plazas y zonas verdes por habitante. La zona de la ciudad que presenta la mayor ocupación del espacio público es el Centro, donde hay 9 160 vendedores informales estacionarios censados.




MONUMENTOS

Barranquilla rinde homenaje a próceres locales y nacionales y a personalidades de naciones hermanas, así como a fechas patrias, al deporte, al arte, a la cultura, a sucesos históricos y a la religiosidad. Entre los monumentos más importantes de la ciudad se encuentran:
  • Estatua ecuestre del Libertador Simón Bolívar (1919), en la plaza de su nombre, epicentro de la ciudad.
  • Estatua en mármol de Carrara del Descubridor Cristóbal Colón, obsequio de la colonia italiana en 1892 con motivo del cuarto centenario del Descubrimiento de América, en el bulevar de la carrera 50.
  • Estatua de la Libertad en el parque de la Independencia, obsequio de la colonia siria en 1910 con motivo del centenario de la Independencia de Colombia.
  • Estatua del general Francisco de Paula Santander (1922) en el parque del mismo nombre.
  • Monumento a la Bandera (1932) en el parque Once de Noviembre.



NOMENCLATURA VIAL

Barranquilla posee un completo trazado vial, en el que las calzadas se trenzan de manera perpendicular formando las manzanas. Se utiliza una nomenclatura alfanumérica que reemplazó los nombres vernáculos, los cuales fueron rescatados en años recientes. Se denomina calles a las vías que progresan de oriente a occidente y empiezan en el Terminal Marítimo. Por su parte, las carreras (antes denominadas callejones), avanzan de sur a norte, a partir de la avenida Circunvalar, en el sector del estadio Metropolitano. Hacia el sur de dicho escenario deportivo, a las carreras se les añade el apéndice "Sur".
Si el inmueble está situado sobre una calle, su dirección comenzará por Calle (en caso contrario por Carrera), le seguirá el número de dicha calle (o de la carrera) y a continuación, separada por la abreviatura Nº o el símbolo #, la carrera correspondiente (o la calle si está situado sobre una carrera), separada por un guion del número de la construcción (usualmente el número aproximado de metros del predio hasta la esquina). Por ejemplo, Calle 47B # 21-10Carrera 5 Sur # 50-04


ARQUITECTURA

La historia arquitectónica de Barranquilla se escribe prácticamente apenas en el siglo XX. En la ciudad no se encuentran edificios del periodo colonial ni de las primeras décadas de la nación independiente y en formación, pero la profusión de estilos que florecieron a partir de fines del siglo XIX le dan a la ciudad un ambiente cosmopolita y sui géneris en Colombia. Ese esplendor arquitectónico, referencia obligada para los estudiosos de la arquitectura en Colombia, responde a la condición de ciudad portuaria y punto de entrada al país, durante buena parte de los siglos XIX y XX, del progreso y de inmigrantes de Norteamérica, Europa, Medio Oriente y Asia, muchos de los cuales se establecieron en Barranquilla e importaron los estilos arquitectónicos que se aprecian en la ciudad.
Entre los estilos más importantes se encuentran algunos tan disímiles como el neoclásico y el art déco, así como interesantes muestras de arquitectura neocolonial, modernista, contemporánea, ecléctica, mudéjar, barroca tardía española (también conocida como estilo californiano), mozárabe y caribeña (tipo Antillas Holandesas). En algunas construcciones modernistas es perceptible la influencia de arquitectos internacionales como Oscar Niemeyer, Le Corbusier (quien estuvo en Barranquilla a finales de la década de 1940), Leopoldo Rother, Mies Van der Rohe y Richard Neutra, entre otros que, en conjunto, conforman un impresionante fresco arquitectónico y urbano.

periodo republicano :

Mal llamado "estilo", el republicano es el período de la historia de la arquitectura colombiana comprendido entre 1819, fecha de la independencia definitiva del país, y alrededor de 1930, el cual reúne distintos estilos en la ciudad como el neoclásico, el barroco tardío español y el neomediterráneo.
Desde el inicio del siglo XX las edificaciones de estilo neoclásico tuvieron especial acogida en Barranquilla. Entre las muestras de estilo neoclásico más sobresalientes se encuentran el Instituto La Salle, Villa Heraldo, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (antigua residencia del escritor Álvaro Cepeda Samudio), la residencia de Ezequiel Rosado, la Funeraria Jardines del Recuerdo, el restaurado edificio de la Aduana, el antiguo Banco Comercial de Barranquilla, el antiguo Banco Dugand y La Perla, entre muchos otros, principalmente en el barrio El Prado y en el centro histórico. Otras edificaciones republicanas dignas de mencionar son el Hotel El Prado (neomediterráneo), la facultad de Bellas Artes de la Universidad del Atlántico y la Intendencia Fluvial.



La Transición (1930-1945)

Etapa de la arquitectura colombiana previa al Movimiento Moderno en la que se buscaron estilos distintos a los republicanos, como el art nouveau y el art déco.
En la ciudad se encuentran numerosas construcciones estilo art déco, propio de los años 1930, como el estadio Romelio Martínez (1935), la Biblioteca Departamental (1945), el teatro Rex (1935), el desaparecido teatro Metro (1946, antiguo Apolo), el edificio de la Cervecería Águila (1942), el edificio Kico (1948), la sinagoga Shaare Sedek (1946-1947), el edificio de la Exposición Agropecuaria (1936, más tarde convertido en Escuela Industrial), el edificio Eckardt (1939), la antigua residencia del arquitecto cubano Manuel Carrerá en el barrio Bellavista, el edificio García (1938), el Teatro Colón (1946), el antiguo edificio de Avianca (1934); los cuatro últimos, diseñados por el mencionado Manuel Carrerá.
El estadio Romelio Martínez fue reconocido en 1995 como Monumento Nacional por el Ministerio de Cultura, siendo la primera edificación art déco en Barranquilla en obtener esta declaratoria.




Movimiento Moderno (1945-1970)

La arquitectura moderna se caracteriza por estar libre de los ornamentos que identifican a las edificaciones del periodo republicano, y por la tendencia hacia el concreto de corte racionalista. Entre los ejemplos más valiosos de arquitectura moderna en la ciudad cabe mencionar el Edificio Nacional (1945), sede de la rama judicial, diseñado por arquitecto alemán Leopoldo Rother, la Catedral María Reina (iniciada en 1955) y el antiguo edificio de la Caja de Crédito Agrario (1964), ubicado en el remate del paseo de Bolívar y diseñado por el arquitecto Fernando Martínez Sanabria. Además, merecen destacarse los edificios del Sena, de la Asamblea del Atlántico, el elegante edificio de Telecom (con una escultura de Alejandro Obregón en la plazoleta de acceso), el edificio de la Gobernación del Atlántico y el de la Alcaldía en el paseo de Bolívar, antiguo edificio del Banco de la República.




Arquitectura más reciente (1970-1985)

Periodo en que el sistema UPAC dio como resultado la comercialización de la arquitectura en detrimento de la calidad espacial y estética. La búsqueda de ambientes más seguros trajo consigo la proliferación de conjuntos de vivienda y centros comerciales cerrados. El Movimiento Posmoderno aparece brevemente intentando realzar los estilos históricos dejados de lado por el Movimiento Moderno. Durante este periodo adquiere importancia la recuperación del patrimonio arquitectónico y la protección de edificaciones y complejos urbanos como el Centro. Entre las edificaciones más representativas de este periodo se encuentran el Centro Ejecutivo I (conocido por su estilizada forma como "Miss Universo"), el edificio Girasol, las torres de los bancos Popular, de Bogotá y de Bancolombia, y el edificio Rodrigo Lara Bonilla.




Arquitectura actual

Merecen atención algunas edificaciones recientes como el World Trade Center, centros comerciales como el Buenavista y numerosas torres de apartamentos del norte de la ciudad. El retorno a estilos como el neoclásico o el neomediterráneo en edificaciones como la sede de Metrotel (neoclásica), el centro comercial Carrefour Prado (neomediterránea) y el edificio de oficinas Prado Office Center (neomediterránea), responde al reciente interés de construir edificios que armonicen en su estilo con la arquitectura tradicional del barrio El Prado, donde se encuentran ubicadas
Templos religiosos

La ciudad cuenta con un número importante de templos religiosos que hablan de su naturaleza multicultural y que exhiben distintos estilos arquitectónicos, embelleciendo el panorama y ofreciendo interiores primorosos al visitante. Los más importantes son: la Catedral María Reina, de arquitectura tardomoderna; laiglesia de San Nicolás de Tolentino, patrono de Barranquilla, de estilo ecléctico; la iglesia de San Roque de Montpellier (patrono popular de la ciudad y una de las pocas iglesias neogóticas de Colombia); la iglesia de la Inmaculada Concepción; la iglesia de Nuestra Señora del Perpetuo Socorro; la iglesia de San José; la iglesia de Nuestra Señora del Carmen; la iglesia del Sagrado Corazón; la iglesia de Nuestra Señora del Rosario; la iglesia de Nuestra Señora de Chiquinquirá; la iglesia de Nuestra Señora de la Torcoroma; la iglesia de San Francisco; la iglesia de la Sagrada Familia; la iglesia Bautista Central. Sobresalen por su diseño vanguardista la capilla del Liceo de Cervantes, la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad del Cobre y la sinagoga Bet-El




Vídeo de una galería de imágenes sobre la arquitectura de barranquilla.